Qué hacemos Casos de éxito
Itzel Ramos, natural de El Paso, se nutrió del sol del desierto y de los ecos de su ciudad. Soltera y sin hijos, se encontraba en la encrucijada de la ambición y la necesidad. A los 28 años, tejió sueños en medio de un paisaje árido.
Proyecto ARRIBA: una promesa susurrada. Los compañeros de EPCC llevaban su nombre como un secreto, un salvavidas para los que se atrevían a alcanzarlo. Itzel dio un paso adelante, rápida en su inscripción. Principios de noviembre: el mes del apadrinamiento. El programa de enfermería del EPCC la atraía, pero la ayuda financiera se había esfumado. Village Inn la empleaba a 7,50 dólares la hora, un frágil puente entre la supervivencia y la aspiración. Su hogar era el abrazo de su madre: refugio, sustento, amor.
La escuela de enfermería, una tempestad de libros de texto, rotaciones clínicas y noches en vela. Itzel hacía malabarismos con el trabajo, los exámenes y la promesa que se había hecho a sí misma. Pero se avecinaban tormentas. Los cursos del segundo semestre fueron un camino pedregoso. Tropezó, pero la resistencia la sostuvo. Reingreso: el regalo de las segundas oportunidades. Se elevó, pasando cada semestre como un cometa a través de la noche.
Mayo de 2022: el aire está cargado de logros. Un Grado Asociado en Enfermería: una brújula que apunta hacia la curación. Consejos nacionales: sus preguntas como constelaciones. Itzel respondió, sus respuestas con tinta cosieron su destino. Ahora, el Centro Médico Del Sol le daba la bienvenida, como enfermera, con sus manos acunando vidas. 29,60 dólares la hora, más que un salario. Era el eco de la persistencia, la moneda de los sueños.
Pero su historia va más allá. La licenciatura, una estrella lejana en su horizonte. Itzel, la arquitecta de su destino, construiría más alto. Su madre, la piedra angular de su gratitud. Y el Proyecto ARRIBA, el andamio que sostenía sus sueños, quedaría grabado para siempre en su corazón.
Así que, Itzel Ramos, continúa tu viaje. Cose esperanza en las heridas, escucha los latidos del corazón y susurra valor a quienes más lo necesitan. Tu legado: una constelación de resiliencia, cosida con gratitud.
Que su camino esté lleno de compasión y que su comunidad sienta el calor de sus cuidados.
Itzel fue una participante destacada durante su apadrinamiento en el programa, ya que cumplía las políticas y los procedimientos. Estaba ansiosa por aprender todo lo posible y siempre tomaba la iniciativa. Creo que va a ser una enfermera compasiva que proporcionará excelentes cuidados a sus pacientes.
- Vikki ReyEstoy verdaderamente agradecida al Proyecto ARRIBA por todo el apoyo que recibí durante mi participación. Ahora soy autosuficiente, tengo un trabajo estupendo y pienso seguir estudiando. Nada de esto habría sido posible sin todo el apoyo de los financiadores que creyeron en mí. Muchas gracias.